Tras el truqulento Nacimiento de la familia Harvestone , la región estaba sumida en una tensa paz, rota esporádicamente por distintas escaramuzas protagonizadas los hombres de Hightold y por soldados de Harvestone. Si bien estos últimos se contaban en menor número si estaban mejor equipados, con lo que los combates estaban prácticamente igualados no exisitendo vencedor ni vencido.

Durante más de cincuenta años estas escaramuzas eran una constante y el intercambio de hostilidades pasaba desde meros encuentros entre patrullas fronterizas, hasta una incursión armada que hicieron los Hightold sobre la, ya empobrecida, aldea, provocando un brutal derramamiento de sangre, del que costó casi treinta años recuperarse. Afortunadamente los nuevos señores de la casa, la familia Sarret, les apoyaron en todo momento con tropas armadas, población y ayuda económica.

Con todo esto nació la que sería la gran heroína de la familia: Lady Irisa Harvestone. Era hija de Lord Lionel Harvestone y hermana de Lord Uriah, de cuyo hijo se convirtió en tutora, tras la muerte de éste, y que propició que tomara las riendas de la familia durante su época más gloriosa.

Lady Irisa arpovechó la prematura muerte de su hermano, y que el hijo de éste era todavía un niño, para solventar finalmente el conflicto con los Hightold y comenzar una fuerte ofensiva por sus tierras, devastándolas y arrasándolas por donde pasaba. No mostraba piedad alguna con aquellos que le plantaban batalla, pero, los que deponían sus armas pacíficamente, gozaban de su perdon y piedad, permitiéndoles incluso engrosas las filas de sus ejércitos.

De esta manera, se presentó en la puerta de la fortaleza de los Hightold, con sus huestes preparadas y superando ampliamente las de su enemigo, que veía como su familia llegaba a su fin. Así fue cómo Lord Ashton, cabeza de la familia Hightold, invocó el derecho a justa para evitar un derramamiento de sangre. El heredero de Harvestone era un niño, así que Lady Irisa no tuvo otra opción más que denominar a un campeón... ella misma.

Como era de esperar, semejante decisión no fue aceptada por el enemigo, que veía aquello más como una ofensa, que como una posibilidad de rerimir esta cruenta guerra. Pero Lord Ashton, confiado, pensó que Lady Irisa no sería rival en un combate cuerpo a cuerpo y aceptó, siempre "por el bienestar del pueblo y sus tropas".

La sorpresa llegó, en el momento en el que Lady Irisa hendía su espada en el abdomen de Lord Ashton tras un largo combate. Cayendo de rodillas, y gravemente herido, el líder de la familia era decapitado de un certero tajo de la heroína Harvestone, que dió por finalizada la campaña y la guerra en ese preciso momento. La fortaleza de Lord Ashton fue destruída hasta los cimientos y la población, y sus ejércitos, desbandados pacíficamente y sin derramar una sola gota de sangre. Las tierras volvieron a ser propiedad del Lord Tully por orden del Lord Lannister, que vio esto como una excelente oportunidad para limar tensiones entre ambas familias.

Lady Irisa no había conseguido aumentar el feudo familiar, pero, por fin, habían derrotado a aquellos de los que se habían separado hacía casi 100 años, durante los cuales, no habían disfrutado de ni uno sólo de paz.

Con el paso de los años, Lady Irisa tuvo un hijo varón cuya descendencia todavía perdura en la familia hasta la fecha viviendo en "Rocahierro". Tras treinta años de paz en los que su ahijado, Lord Neal Harvestone, gobernó con sabiduría y justicia, Lady Irisa falleció rodeada de los suyos. Su ahijado decidió, entonces, que el escudo de la familia tendría un homenaje a aquella que trajo la paz y la total independencia a la casa Harvestone.